Rusia vetó hoy en el Consejo de Seguridad una propuesta para prorrogar por un año las entregas de ayuda humanitaria de la ONU desde Turquía a unos 2,4 millones de personas en el noroeste de Siria, controlado por la oposición.
La resolución, redactada por Irlanda y Noruega, recibió 13 votos a favor, mientras que China se abstuvo.
Un segundo proyecto de resolución, presentado por Rusia y que pedía la renovación por seis meses con una nueva resolución en enero, no obtuvo suficiente apoyo para ser adoptado.
Solo Rusia y China votaron a favor. Estados Unidos, Reino Unido y Francia votaron en contra y los diez miembros no permanentes se abstuvieron
Para que se apruebe una resolución se necesitan nueve votos a favor y ningún veto de los cinco miembros permanentes: Rusia, China, Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia.
La actual autorización excepcional del Consejo de Seguridad de la ONU para la entrega de ayuda humanitaria a través de Bab al-Hawa, el último paso fronterizo que queda en el noroeste de Siria expira el 10 de julio.
“Fracaso de primer orden”
La Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria advirtió en mayo que sería un fracaso de primer orden si el Consejo de Seguridad no ampliarla.
La ONU calcula que 14,6 millones de sirios dependen ahora de la ayuda humanitaria, la cifra más alta jamás registrada.
“La comunidad internacional debe salvaguardar la actual asistencia transfronteriza”, dijo la Comisión.
A través de ese paso llega ayuda a unos 2,4 millones de personas cada mes.
Antes de la votación del Consejo de Seguridad, un grupo de relatores y expertos independientes* advirtió de que la interrupción de la ayuda “socavaría los derechos de la población que depende del apoyo de la comunidad internacional”.
“La ayuda humanitaria no debe utilizarse como arma de guerra, y todas las partes interesadas deben dar prioridad a las necesidades de ayuda humanitaria de la población del país. La vida, la salud y la dignidad de una parte importante de la población dependen de la negociación de la futura resolución», añadieron.
*Los expertos: Sra. Tlaleng Mofokeng, Relatora Especial sobre el derecho a la salud; Sra. Reem Alsalem, Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias; Sra. Claudia Mahler, Experta Independiente sobre el disfrute de todos los derechos humanos por las personas de edad; Sr. Fernand de Varennes, Relator Especial sobre cuestiones de las minorías; Sr. Livingstone Sewanyana, Experto independiente sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo; el Sr. Saad Alfarargi, Relator Especial sobre el derecho al desarrollo; la Sra. Cecilia Jiménez-Damary, Relatora Especial sobre los derechos humanos de los desplazados internos; la Sra. Melissa Upreti (Presidenta), Dorothy Estrada-Tanck (Vicepresidenta), Elizabeth Broderick, Ivana Radačić y Merkerem Geset Techane, Grupo de Trabajo sobre la discriminación contra las mujeres y las niñas; Alexandra Xanthaki, Relatora Especial en el ámbito de los derechos culturales; Mr. Gerard Quinn, Relator Especial sobre los derechos de las personas con discapacidad; el Sr. Obiora C. Okafor, Experto Independiente en derechos humanos y solidaridad internacional; y el Sr. Michael Fakhri, Relator Especial sobre el derecho a la alimentación.
Los relatores especiales forman parte de los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes en el sistema de la ONU para los Derechos Humanos, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y monitoreo establecidos por el Consejo para hacer frente a situaciones concretas en países o a cuestiones temáticas en todo el mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de manera voluntaria; no son personal de la ONU y no perciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y actúan a título individual.
FUENTE DE LA INFORMACIÓN : https://news.un.org/es/story/2022/07/1511482