Mario o Carlos Castellanos Alcázar es un periodista oaxaqueño reconocido por su teoría en conocimientos adquiridos desde hace 40 años, reportero de Diarios locales y corresponsal de Medios nacionales, autor de la columna “Arena Política” con título de la Secretaría de Educación Pública- SEP- Maestro de Educación Primaria, analista de temas políticos, económicos y sociales.
El V Informe del gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, tiene claroscuros y por supuesto es digno de reconocer crasos errores, pero también, logros de su administración, durante los 5 años de su gobierno, que ha incurrido en aciertos y desaciertos.
Sería burlesco y falta de ética profesional del columnista, dar por hecho, que todo lo que hace el gobierno estatal emanado del PRI, está muy bien- “y que ha sido un honor para los oaxaqueños estar gobernados por Murat”, ni el mismo se lo creería- y, por tanto, debe estar sabedor, que hay periodistas profesionales y críticos, que fortalecen a su gobierno y a la democracia.
Es por eso, que más vale una crítica bien fundada, así, como marcar los errores, señalar los hierros y los abusos del poder, que cien lisonjas, a un sistema de gobierno, que, de no ser por los señalamientos e impugnaciones, los gobernantes caerían en la insidia, el desaliento y la corrupción más severa.
Por eso, es que los periodistas y los medios de comunicación deben estar alertas al servicio de la comunidad, así como estrechar lazos entre el gobierno y gobernados, bien para decir la verdad, bien para fomentar la responsabilidad de los protagonistas.
Los comunicadores deben ser demócratas para entablar corresponsabilidades, denunciar irregularidades, la corrupción, la impunidad, el abuso del poder, todo esto, para crear una sociedad fuerte, sustentable y democrática.
En este sentido, analizando el V Informe del gobierno estatal, no deja convencido a las mayorías, a las élites sí, claro, porque nadie es monedita de oro, pero hay errores, que se deben marcar por el bien del gobierno y gobernados, es decir, en este informe hay ínfulas de triunfalismo.
Los oaxaqueños no estamos del todo bien para cantar victoria, pues sí, porque existen enormes rezagos históricos, que el PRI- Gobierno, nunca resolvió, como es la cuestión de la inseguridad, la violencia, la existencia de la delincuencia organizada, la deslealtad de los funcionarios y la carencia de un gabinete estatal que haga equipo para enfrentar los problemas que aquejan a la entidad oaxaqueña.
Hablar que en Oaxaca existe plena seguridad es una falacia, que la violencia está excluida, también, que vamos bien en educación y en materia de salud, tampoco es realidad, que los programas de infraestructura en bienes y servicios en la entidad es fabulosa, deja mucho que decir.
En materia de salud, Oaxaca, está por los suelos, sin recursos, con fraudes de miles de millones de pesos de 5 Secretarios de Salud y funcionarios, demandados penalmente por los órganos de fiscalización ante los tribunales federales de justicia.
La peor crisis se ha vivido en el lapso de la pandemia del Covid- 19, sin infraestructura hospitalaria, sin medicamentos, ni jeringas, protección al personal médico y paramédico- y todavía el gobierno estatal despidió a más de 3 mil trabajadores de la salud, argumentando, que no hay techo financiero y que existe un déficit de mil 600 millones de pesos.
En seguridad, el mismo Secretario de Seguridad Pública del Estado de Oaxaca, Heliodoro Díaz Escárraga, ha manifestado que Oaxaca, está en la media nacional en homicidios de mujeres, así, según, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, de enero a agosto del 2021 se han perpetrado 30 homicidios de mujeres oaxaqueñas.
En lo general de enero a agosto del presente año se han registrado en Oaxaca, 486 homicidios dolosos entre hombres y mujeres, estos se suman a 4 mil 623 casos de violencia familiar, 488 violaciones y 560 feminicidios en los 5 años del gobierno estatal, lo que dista mucho, que Oaxaca, este en un paraíso dentro de los diez estados más seguros a nivel nacional.
Que Oaxaca sea una entidad ejemplar en la disminución de la pobreza y que haya mayor crecimiento económico en las familias oaxaqueñas, por encima del país mexicano, es una fortuna, pero parece una quimera, está en veremos porque no se refleja en mejores condiciones de vida.
¿Qué, es lo que se le reconoce al gobernador Murat?, esto es, de ser un aliado al presidente de Andrés Manuel López Obrador, que hábilmente ha mantenido estrecha relación con el gobierno obradorista-y esto lo salva, por las obras de desarrollo del Istmo de Tehuantepec, con el corredor interoceánico, cuya inversión federal es de los 3 mil 500 millones de pesos .
Cuentan también el avance de las supercarreteras Oaxaca-Istmo y a Puerto Escondido, que se iniciaron hace 15 años, que posiblemente serán inauguradas por el actual gobierno estatal, cundo menos llevan un 70 por ciento de avance.
El último logro, que dice tener Murat, es la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que dictamina, que Oaxaca es la dueña de 162 mil hectáreas de selvas, propiedad de los Chimalapas, que tenían en su poder pobladores de Chiapas, un conflicto con antecedentes en la década de los años 1940, cuando el mandatario todavía no nacía.
Murat puede tener más logros y más medallas- y otros reconocimientos merecidos, que se esfuman en lo político; su trabajo, se verá opacado, irremediablemente porque el 5 de junio del año 2022 entregará la gubernatura al partido en el poder presidencial: MORENA, no hay duda. Se reciben apuestas.
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