- Victorino Vasquez Lara es ubicado como golpeador de mujeres
- En el pueblo lo conocen como Raúl, motejado como el «Trenco»
Aunque carece de perfil, trabajo, honorabilidad y respeto entre la población, Victorino Vásquez Lara vendió su alma a los demonios para, cueste lo que cueste, llegar a la presidencia municipal de San Agustín de las Juntas.
Y como se trata de un sinvergüenza que ya fue Síndico Municipal y por ende aprendió lo que significa el poder, pero para él, no para convertirlo en tema de buen gobierno para la población, Victorino Vásquez Lara buscó y encontró el apoyo de otros canijos, los de la sosa nostra, Horacio y Flavio Sosa Villavicencio, de mala nota ante el pueblo de un Oaxaca trabajador.
Los tres están planeando cómo apoderarse del gobierno municipal de San Agustín de las Juntas a través del muñeco guiñol, Victorino Vásquez Lara. Los hermanos Sosa, el diputado local Horacio y el activista Flavio desean fundar el corredor del dinero fácil y millonaria mediante los municipios San Antonio de la Cal, San Agustín de las Juntas, Animas Trujano, Santa María y San Bartolo Coyotepec, principalmente.
Ahora que ya sacó la cabeza y desea convertirse en el edil de una importante población, el pueblo pregunta ¿para qué quiere ser autoridad, si cuando en mala hora le brindaron la oportunidad de fungir como Síndico Municipal, sirvió para puras vergüenzas?
Victorino Vásquez se convirtió en Síndico Municipal en el período municipal 2017-2019. El pueblo lo recuerda a la perfección. Junto con el ex edil, Tomás Pérez, le dedicaron más tiempo a la borrachera y escándalos que al servicio municipal.
Con el ex edil, Tomas Pérez, Victorino Vásquez siempre peleaba. En bares, cantinas y giros negros, llegaron a los puños por disputarse a bellas damas de compañía, pagadas con dinero de la administración municipal. De escándalo en escándalo, así vivieron tres años en el mandato municipal.
San Agustín de las Juntas no quiere saber nada del aspirante a edil, Victorino Vásquez, especialmente por lo violento que se pone cuando bebe de más, como lo demostró en los constantes pleitos familiares en los que se involucró.
Fue en esa faceta de Síndico y bebedor cuando se dio a conocer por algo negativo y preocupante, que no respeta a la mujer, al grado que es capaz de golpearlas para que nada le estorbe en el camino de la ambición del todo o nada.
La población recuerda escándalos, cuando en dos ocasiones, la policía municipal se vio en la necesidad de encerrarlo en su oficina para evitar agresiones contra su familia.
La policía municipal descuidaba tareas de seguridad pública por hacer funciones de escoltas de Victorino Vásquez y Tomás Pérez, en los antros de vicio que visitaban con demasiada frecuencia.
En la entrega recepción del municipio no entregó vehículos que se encontraban en la cribera de los Torres; se sabe que pudo vender dos motocicletas de la policía sin avisar a la autoridad municipal.
Una parte de la población ya escuchó sus aspiraciones. Por educación y temor le han prestado oídos, sin embargo, lo descalifican para llegar a la presidencia municipal de San Agustín de las Juntas.
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