Mario o Carlos Castellanos Alcázar es un periodista oaxaqueño reconocido por su teoría en conocimientos adquiridos desde hace 40 años, reportero de Diarios locales y corresponsal de Medios nacionales, autor de la columna “Arena Política” con título de la Secretaría de Educación Pública- SEP- Maestro de Educación Primaria, analista de temas políticos, económicos y sociales.
Sin duda que a Javier Villacaña Jiménez, lo tienen como parámetro del PRI, en Oaxaca. Y eso, está bien, solo que, en tiempo de secas, no brillará su papel, ante un PRI desfallecido, por más que lo tengan como “campeón”, no levantará al partido tricolor, solo administrará una contundente derrota electoral.
Es que el domingo, 16 de enero del 2022, fue nombrado por la cúpula del PRI- nacional y la anuencia del Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murar Hinojosa (PRI) como Secretario de Organización del Comité Estatal de este partido, con la tendencia de subir a la presidencia del tricolor en sustitución de Eviel Pérez Magaña.
Para bien o para mal, Villacaña, ya está sentado en el PRI estatal; lo cierto es que, los Murat, lo tienen como buena referencia- y existe la esperanza, que hará buen papel, incluso, no está viciado de origen – y hasta podría ser mejor candidato del PRI a la gubernatura de Oaxaca, en lugar de Alejandro Avilés Álvarez, tachado de mil corruptelas.
Pero no fue así, sus astros de Villacaña, son para suministrar al PRI, en la elección del nuevo gobernador de Oaxaca, que será el 5 de junio del año 2022, cargo, no muy rentable, pues por la situación política electoral, la preferencia la tiene el candidato de Morena en un 51 por ciento y solo un 10 por ciento para el PRI.
Villacaña, tendrá que hacer malabares y castillos en el aire, y ni así, brillará. Su perfil va en declive, pues no entregará buenos resultados. El triunfo electoral no se vislumbra para el PRI, sin embargo, se muestra institucional- y tiene que estar en el centro de la debacle del otrora PRI hegemónico.
Villacaña Jiménez parece ser el “caballito de batalla” en los momentos álgidos de la contienda electoral. Es parte del engranaje de la maquinaría obsoleta del PRI, primero como candidato a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez en el proceso electoral, cuya elección fue el 6 de junio del 2021 por la coalición: PRI, PAN-PRD, cuyos resultados no le favorecieron.
No había otro candidato del PRI que contendiera con el monstruo político electoral: MORENA. Hizo rounds de sombra con el candidato morenista, Francisco Martínez Neri, el único que pudo arrebatarle el triunfo a Villacaña, pues de haber sido otro el candidato de la Cuarta Transformación, MORENA estaría en el caño de la derrota electoral.
Villacaña no hizo mal papel, su candidatura fue contundente y aprobada por el 34 por ciento de las preferencias electorales- alrededor de 38 mil votos, no está mal, está del todo bien, sin embargo, el candidato de MORENA, Francisco Martínez Neri, lo rebasó con 16 puntos porcentuales, por el hecho de tener la marca del presidente López Obrador y la 4T, y porque el PRI es un partido acabado.
Ahora, Villacaña, quien tiene presencia política en el municipio de Oaxaca de Juárez, cierto control en colonias y agencias municipales, incluso, ya fue presidente municipal en trienio anterior, tiene que enfrentar la presidencia del Comité Estatal del PRI con mucha imaginación para no ridiculizar la campaña gubernamental.
Pues cierto es que recibe un PRI moribundo con tendencia a desaparecer, ya que está, sin cuadros políticos, liderazgos y sin movimiento territorial, pero más que todo pulverizado y confrontado por los grupos de poder fáctico, entre los ex gobernadores de Oaxaca: Ulises Ruiz Ortiz y José Murat Casab, acérrimos antagónicos que han llevado al PRI a la bancarrota.
En fin, su futuro político de Villacaña es incierto. Enterrará al PRI, el 5 de junio del 2002. ¿cuál será su objetivo? ¿Una diputación federal, una senaduría, o un puesto administrativo? Le queda poco tiempo de vida política, menos de un año del gobierno priista de Murat. Lo enredaron en el juego sucio para entregar el poder a MORENA.
¿Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata?
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