Mario o Carlos Castellanos Alcázar es un periodista oaxaqueño reconocido por su teoría en conocimientos adquiridos desde hace 40 años, reportero de Diarios locales y corresponsal de Medios nacionales, autor de la columna “Arena Política” con título de la Secretaría de Educación Pública- SEP- Maestro de Educación Primaria, analista de temas políticos, económicos y sociales.
En medio de una campaña de desprestigio del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al Instituto Nacional Electoral (INE), el presidente de esta institución autónoma, Lorenzo Córdova Vianello, dio a conocer que va la revocación de mandato del gobierno de la Cuarta Transformación de México en cumplimiento a una ordenanza constitucional, implementada por el mismo Ejecutivo Federal.
Se trata de un formulismo para que la ciudadanía decida en 161 mil casillas. Si el presidente Obrador, continua en el gobierno hasta terminar su mandato de 6 años, o es revocado a la mitad del sexenio en el poder, según, el buen o mal desempeño de su gobierno.
Esto luego de que el INE validara el resultado de la consulta ciudadana, que arrojó 2 millones 874 mil 771 firmas, más del 3 por ciento que se requerían para realizar la revocación del mandato del Ejecutivo Federal.
Dicha revocación se realizará por primera vez en la historia política electoral de México, el 10 de abril del 2022, cuya convocatoria la dará a conocer el INE, el 4 de febrero del presente año, luego de una gran incertidumbre protagonizada por el gobierno de la Cuarta Transformación de México, la 4T, que redunda en la falta de respeto a las instituciones.
Cierto es que el INE, se vio agraviado con una serie de acusaciones por el gobierno mexicano, “hasta de ser una institución antidemocrática, neoliberal y conservadora al servicio de la oligarquía”, cuya tendencia es su desaparición para instituir otro organismo electoral al servicio del gobierno populista de la 4T.
Es un golpe a la democracia al tratar de regresar a los viejos tiempos dictatoriales y antidemocráticos cuando los procesos electorales estaban en manos del mismo gobierno a través de la Secretaría de Gobernación, que perpetuo por más de 8 décadas al sistema político neoliberal, que imperó con toda la fuerza del Estado durante 36 años.
Desde este punto de vista, los opositores al sistema del gobierno populista de la 4T, así, como la ciudadanía, no están de acuerdo, a que, de un plumazo, el gobierno, borre la lucha social y democrática de los mexicanos, con la desaparición del INE, institución autónoma, regida constitucionalmente para garantizar el ejercicio democrático de la ciudadanía durante las tres últimas décadas.
No obstante, el gobierno mexicano culpa al INE, “de ser una institución el servicio de los neoliberales y conservadores, además, de antidemocrática- y, en consecuencia, está en contra de los postulados políticos electorales del régimen de la Cuarta Transformación de México, la 4T”. Lo más lógico es que el gobierno trata de infundir el autoritarismo, que va en contra del pluralismo. Todo para MORENA.
Por consiguiente, durante los tres años de la 4T, el INE ha sido censurado a más no poder por el gobierno en turno, hasta lograr su desprestigio, o mandarla al diablo, que más bien, es la consigna del Estado, pero habría que analizar su funcionamiento en el desempeño de sus funciones sobre todo en los últimos procesos electorales, el del 2018, que garantizó el triunfo inobjetable del presidente López Obrador.
Sin embargo, el gobierno mexicano ha influido para estrangular al INE en su presupuesto, que en el año 2022 se le redujo en 4 mil 913 millones de pesos, en un plan premeditado para dejarlo sin recursos- y obligarlo mediáticamente a realizar la revocación del mandato, que requiere de 3 mil 800 millones de pesos.
Más bien, el gobierno es la ofensiva, pues, no hay cordura, tolerancia y diálogo constructivo para llegar a un acuerdo, por tanto, el INE, en su reunión de consejeros, la mayoría, aprobó posponer la revocación del mandato del presidente.
Luego intervino el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación para invalidar el acuerdo del INE, y por ley, obligarlo a realizar la revocación del mandato, pero estos tribunales autorizaron al INE para que solicitara un presupuesto adicional a la Secretaría de Hacienda.
Sin embargo, el gobierno de la 4T se pasó por alto las indicaciones de estos tribunales. Y se cerró a la brava, de que no hay recursos adicionales para el INE, pero, si fustigó a esta institución para que hiciera un ajuste en su presupuesto, pero la revocación se tendría que hacer por las buenas o por las malas.
Así, los consejeros tengan que bajarse sus salarios, cancelar la renta de inmuebles, gasto de teléfonos, papelería, el seguro médico- y otros servicios, sin embargo, el INE, accedió algunos ajustes, pero, aun así, tiene un déficit de mil 738 millones de pesos, que le fueron negados por la Secretaría de Hacienda, aun así, la revocación del mandato va con una serie de peripecias.
Eso, sí, con ventaja y alevosía, los diputados federales de MORENA, por consigna del Poder Ejecutivo, demandaron penalmente a los consejeros del INE, que habían pospuesto la revocación del mandato. Eso es una ofensa y abuso de poder que se llama autoritarismo.
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